Debido al creciente interés mundial por disminuir la emisión de gases de efecto invernadero y a los compromisos asumidos por Colombia en el Acuerdo de París, el Gobierno ha iniciado una serie de reformas en el sector energético con el propósito de definir una política pública que permita la entrada de las fuentes renovables no convencionales (como la eólica, solar y las pequeñas centrales hidroeléctricas) en el Sistema Interconectado Nacional.